Y la tierra se seguía moviendo

Y la tierra se seguía moviendo




-“Tranquilo hermano. Lo importante, Gracias a Dios, es que estamos vivos”

Era la voz de mi hermana a kilómetros de distancia. Era, como siempre su voz bajita, bajita, como ella. Era una voz llena de emoción. ..

“Estamos bien. Bien Fermín – su esposo- también los hijos y los nietos”

Luego nos contaba que se había caído un televisor. Nos decía que toda la loza estaba en el suelo y, las cañerías de la casa, totalmente reventadas.

La radio encendida – eran las 3.45 de la madrugada.- intento hablar con mi hermano, vive en el piso 14 en la zona de las Condes, faldeos de la Cordillera de Los Andes en Santiago.

Suena, y suena el teléfono hasta que se escucha la voz de mi sobrino Juan Pablo. Me cuenta los primeros detalles y luego Juan Carlos, su padre.

“Vaya hermano, esto si se ha movido y se sigue moviendo. Tenemos todos los platos en el suelo. También las copas y libros. Las puertas se entramparon y era un problema abrirlas. La mayoría – me agrega – de los vecinos del edificio, están en el primer piso. Nosotros estamos aquí ayudando a una señora, de muchos años, que se quedo encerrada”

Allí un testimonio en directo, mientras en la televisión chilena las noticias se comenzaban a conocer con términos como: seísmo, terremoto, sismo, epicentro acompañado con también variados apellidos: de catástrofe, desastre, desgracia, incendios, daños o tragedia.

Mi hermano me cuenta que la zona mas afectada fue Maule, comuna chilena en provincia de Talca, tierra de vinos, y flores donde, en el pasado se instalaron, un tiempo los incas.

Las horas van pasando y se suman los llamados de los amigos. También se suman los muertos. En cada minuto las cifras son mayores. La televisión muestra a la noche que se va mientras, en el Hotel O¨Higgins, las estrellas del Festival de Viña del Mar, bajaron las escaleras apresuradas. Allí nadie esperó aplausos: el guatemalteco Ricardo Arjona, la peruana Sandra Muente. o los chilenos del grupo La Noche”. Se estimulaban y mutuamente se daban ánimo

Losa 17 millones de chilenos se despertaron abruptamente. Sacudidos en su tranquilidad. Todo el país se remeció pero, lo mas fuerte. estuvo a 500 kilómetros de la capital. El epicentro en la costa.

Los chilenos, en la misma zona donde esta hoy el epicentro, hace 50 años, según la escala de Richter, fue remecida con una intensidad de 9,5. El epicentro Valdivia, también al sur de Chile. Aquella vez los ríos cambiaron de curso y los muertos superaron los 4.000 a 5.000 en toda la región.

Los historiadores cuentan entre 1570 y este 2010, un total de diez terremotos.

Al terremoto número diez, lo siguió un rosario de replicas y un tsunami en el Océano Pacifico.

Chile, y el mundo, vivió un 27 de febrero especial. Muy distinto. En Perú, en muchos puntos del país, también se aceleró la vida. Son los hogares de los 100 mil peruanos hoy en ese territorio buscando algo, una de ella, junto a su hija, encontró, desgraciadamente, la muerte

Es por la tarde. Intento hablar nuevamente con mi hermano y ¡zas..! tengo suerte..!

“Aquí estamos – viejo, me dice – en estos instantes se siguen moviendo la tierra. La gente esta asustada, pero estamos vivos..”

El mundo estira la mano para ayudar a los damnificados. Michel Bachelet en un sábado muy agitado. No conoció el descanso. A solo horas de irse, seguramente se va con un gran dolor en el corazón. Muchas veces no todos los finales son felices.

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